Pues sí, LO ERES
Lo que pasa es siempre nos han hecho creer que “quedaba feo” sentirse orgulloso de ello y proclamarlo. Ha llegado el momento de darnos cuenta de nuestro valor y de que, además, siendo conscientes de él, trabajemos para potenciarlo al máximo. Ese camino hacia la mejor versión de nosotros mismos (C. Jung) se transforma en un reencuentro con nuestra esencia y con la felicidad, dejando atrás la mirada acusadora de lo que nos falta para ser completos.