En ocasiones, la vida nos pide un frenazo, desactivar el piloto automático y sentarnos para observar el paisaje y disfrutarlo, nos obliga a tener conciencia plena del momento presente y reajustar nuestros objetivos. Cuando nos somos capaces de provocar un cambio, la naturaleza y las energías nos lo proporcionan porque algunas enseñanzas imprescindibles para nuestro crecimiento como personas nos están esperando a la vuelta de la esquina.